Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump que se encuentra en una cárcel federal por fraude, se declaró no culpable hoy de los cargos de corrupción presentados por fiscales en Nueva York.
Manafort, de 70 años, una de las primeras personas condenadas en relación con la investigación del exfiscal especial Robert Muller sobre la injerencia rusa en las elecciones del 2016, fue llevado esposado a la corte.
El acusado rechazó 16 nuevos cargos en su contra, incluida la falsificación de registros comerciales y fraude inmobiliario.
El mismo día que fue sentenciado por un juez de Washington a siete años y medio de prisión en marzo, los fiscales de Nueva York interpusieron cargos estatales contra él.
Aunque el presidente podría perdonar sus delitos federales, no tiene poder para anular las sentencias estatales.
VISTE ROPA DE RECLUSO
Manafort, que ha empezado a pagar su sentencia federal, apareció en la corte vistiendo ropa azul de la prisión y zapatos deportivos blancos, con el cabello despeinado y canoso.
Durante la audiencia de lectura de cargos del jueves, sus abogados dijeron a reporteros que cuestionarían la legalidad de las acusaciones por fraude inmobiliario en Nueva York, argumentando que su cliente ha enfrentado los mismos cargos en Virginia y que no se le podría acusar por el mismo crimen dos veces.
El juez estableció la fecha de la siguiente audiencia del caso para el 9 de octubre.
RECLUIDO EN PRISIÓN DE MANHATTAN
Manafort había empezado a purgar su sentencia en una penitenciaría federal en Pensilvania, pero fue transferido a una prisión de Manhattan para el proceso en Nueva York.
Originalmente estaba previsto que fuera encarcelado en la prisión de Rikers Island, en Nueva York, pero fue trasladado a un centro federal tras la intervención de altos funcionarios del departamento de justicia a principios de este mes.